lunes, 2 de noviembre de 2009

La figura del Jefe de Estudios: un “malo de la película” al que cada vez aspiran menos candidatos

Antonio Extremera Oliván. Jefe de Estudios del I.E.S “San Juan de la Cruz” de Úbeda (Jaén) y Juan Antonio Moreno Rodríguez. Profesor de Enseñanza Secundaria del I.E.S “Ciudad de Arjona” en Arjona (Jaén)
09/03/2009

Nos encontramos en una sociedad en constante renovación y búsqueda de competitividad. En ella se exige cada vez más actualización y especialización profesional para afrontar los nuevos retos. Los docentes que trabajamos en centros de Enseñanza Secundaria sabemos que, para que nuestros alumnos afronten con éxito los estudios universitarios o el mundo laboral, hay que inculcarles durante sus estudios estas dos cualidades cada vez más requeridas.
Pero nos encontramos que, en muchos casos, los docentes con cargos directivos adolecemos de la inexistencia de una adecuada formación para desempeñar nuestras funciones. La formación que deberíamos recibir la asimilamos sobre la marcha, dando a veces palos de ciego, con ayuda de la experiencia de compañeros que nos precedieron en el cargo o la importación de ideas e iniciativas que hemos visto poner en práctica en otros centros.
Esta situación no es debida, como algunos pudieran pensar, a la falta de interés por parte de los que, por un motivo u otro, nos encontramos gestionando alguna parcela de un centro educativo. Por ello, quiero hacer una aproximación a las carencias que existen en el sistema actual.
Los cursos de formación impartidos, en nuestro caso, por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, están dirigidos de forma especial a los directores de los centros de enseñanza. Esta figura ha ido adquiriendo en las últimas décadas la importancia que tuvo en un tiempo y se pretende consolidar con la modificación del Régimen Orgánico de Institutos de Educación Secundaria que se está preparando.
De este modo el director aumentará su poder de decisión en los centros mientras que la Administración favorecerá su gestión por medio de órganos en donde fácilmente haga prevalecer su autoridad. Esto justificaría que la formación para actividades gestoras esté dirigida hacia estos cargos. Pero creemos que los Equipos directivos se nutren de algo más que de la dirección y es necesario formar en aspectos básicos al resto.
Cada vez son más las tareas y actualizaciones que requieren los demás órganos unipersonales de los equipos directivos para llevar a cabo sus funciones. Sin embargo, las autoridades educativas no contemplan formación específica alguna para los demás integrantes del equipo directivo de los centros y actualmente no se contempla la realización de cursos específicos que den una visión global y sistematizada de las funciones que deben realizar.
Centrándonos en la figura del Jefe de Estudios, éste posee una larga lista de vastas competencias que afecta a diferentes aspectos de los centros. Sus funciones, tanto las propias como las delegadas del Director, abarcan diversos ámbitos del centro englobados en su calidad coordinador de actividades académicas y del personal docente.
La Jefatura de Estudios coordina y vela por la ejecución de las actividades de carácter académico de profesores y alumnos en relación con el Plan Anual de Centro. Además entre sus obligaciones están las de:
• Estructurar y coordinar, agrupamientos, programaciones y grupos de apoyo e integración así como la organización de los horarios.
• Informar a los Órganos Colegiados y a la dirección sobre el análisis de resultados escolares habidos en cada evaluación y, con ello, sobre el grado de éxito/fracaso alcanzado por el alumnado.
• Coordinar propuestas de evaluación general del Centro, tanto en su vertiente curricular como organizativa.
• Fomentar, orientar y coordinar las actividades tutoriales de los profesores velando por el cumplimiento del Proyecto de Centro y el Plan de Centro
• Informar al Director/a, al Órgano competente o a la Administración de las faltas de los profesores y de sus causas. Además exponer en el tablón de anuncios de la sala de profesores las faltas mensuales de éstos.
• Anotar los retrasos y posibles incidencias horarias. De la misma forma debe actuar con respecto a las faltas reiterativas de los alumnos, que le serán transmitidas por los tutores y se les informará a los padres.
• Organizar los actos académicos.
Pero la Jefatura de Estudios está sufriendo una carga excesiva, ya no sólo de trabajo, sino también de tensión emocional. Su función de vigilante del orden hace especialmente ardua su tarea en unas aulas en las que a menudo reina el caos. La creciente oleada de indisciplina y violencia en escolar provoca que muchos de estos profesionales se encuentren desbordados y tengan la sensación de dedicar todo su tiempo a “arreglar desaguisados”. No sólo eso… a veces lidiar con compañeros, padres y madres de alumnos es casi más duro, ya que cuando éstos se resisten a las normas es harto difícil llevar las situaciones a buen puerto.
Esta situación, junto a la excesiva carga y responsabilidad en su trabajo diario, la escasa remuneración con la que se les compensa y el nulo reconocimiento a su labor, hace que cada vez sea más difícil encontrar profesores que acepten voluntariamente las obligaciones que conlleva.
Por eso es necesario que se dignifiquen todos los demás cargos unipersonales de los centros de educación haciendo de quien los desempeña verdaderos conocedores de su trabajo mediante una formación dirigida expresamente hacia ellos que les proporcione las herramientas necesarias para poder ejercer su cargo con eficacia.

martes, 4 de agosto de 2009

Reconduciendo mi blog

Después de tomarme ciertas licencias con respecto a la idea originaria de este blog voy a hacer otro pequeño esfuerzo por volver a la intención principal.

Después de un curso relativamente tempestuoso he conseguido calmarme y reconducirme en estos días de vacaciones. Si bien no tengo previsto ningún viaje ni actividad importante, estoy disfrutando de la tranquilidad y la lectura. He recuperado lecturas que me han ido surgiendo a lo largo del curso y que no he terminado o nisiquiera empezado. Iré comentando algunas de ellas en días sucesivos.

Otro aspecto que estoy intentando recuperar en estos días es el teatro. En verdad, nunca he dejado de lado esta actividad, pero está muy condicionada por la escasa oferta cultural de mi ciudad.

Hace unos días pude asistir a la representación de unos entremeses en la Alcazaba de Almería. Lo mejor de la representación fue el lugar, el momento y la persona que me acompañaba. Me encantó subir a la alcazaba en el atardecer, disfrutando de las vistas de la ciudad y el puerto y gozando de la grata conversación.

Conforme se desarrollaba la obra, propuesta bastante personal de un grupo de aficionados de los entremeses el viejo celoso y la cueva de Salamanca, fue anocheciendo y el tercer recinto de la alczaba me pareció un lugar maravilloso. Terminada la representación, pudimos contemplar la ciudad de noche desde lo más alto de la fortaleza... fue una experiencia muy agradable.

Continuando con el teatro, para este viernes está prevista una representación en la plaza de la catedral (http://www.almeriacultura.com/index.php?option=com_eventlist&view=details&id=309). En este caso, tanto obra como espacio me atraen muchísimo. La obra es Brokers, dejo más abajo un pequeño adelanto.

domingo, 28 de junio de 2009

Degenerando el Blog por completo, añado algunas explicaciones de sintaxis que pueden ayudarnos en nuestra labor docente.



lunes, 15 de junio de 2009

Vetusta Morla

Alejándome del monotema literario, me gustaría una pequeña referencia sobre el concierto de Vetusta Morla en Almería el 5 de junio. Aquí dejo la canción que a todos los que asistimos a un directo nos deja sin aliento.



domingo, 24 de mayo de 2009

Pequeño homenaje a Mario Benedetti

Uno de mis textos preferidos por su sencillez e ironía, supongo que también por deformación profesional:
Lingüistas
Tras la cerrada ovación que puso término a la sesión plenaria del Congreso Internacional de Lingüística y Afines, la hermosa taquígrafa recogió sus lápices y papeles y se dirigió hacia la salida abriéndose paso entre un centenar de lingüistas, filólogos, semiólogos, críticos estructuralistas y desconstruccionistas, todos los cuales siguieron su garboso desplazamiento con una admiración rayana en la glosemática.
De pronto las diversas acuñaciones cerebrales adquirieron vigencia fónica:
—¡Qué sintagma!
—¡Qué polisemia!
—¡Qué significante!
—¡Qué diacronía!
—¡Qué exemplar cetororum!
—¡Qué Zungenspitze!
—¡Qué morfema!
La hermosa taquígrafa desfiló impertérrita y adusta entre aquella selva de fonemas.
Sólo se la vio sonreír, halagada y tal vez vulnerable, cuando el joven ordenanza, antes de abrirle la puerta, murmuró casi en su oído: "Cosita linda".

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domingo, 17 de mayo de 2009

Estamos de festival: LILEC 09

http://lilec09.blogspot.com/2009/04/este-ano-en-lilec-habra-talleres.html


Presentación O pouso do fume




Hace ya algunas semanas (30 de abril) se presentó el poemario de mi querida amiga Dores Tembrás: O pouso do fume. Todos sus amigos, y ahora admiradores, nos congratulamos de que Dores por fin comparta de esta forma su maravillosa poesía.


Por mi parte, me hubiera encantado poder participar en el acto de presentación por dos motivos: por una parte, acompañar a una amiga en un día tan maravilloso; por otra, disfrutar de un acto cultural admirable, preciosista y cargado de ternura y cariño.




sábado, 25 de abril de 2009

Día del Libro

Hay días que, aunque siempre son esperados y conoces la mayoría de las actividades que se van a realizar, no dejan de ilusionarte y, en ocasiones, sorprenderte. Este es el caso que se me presentó el 23 de abril, Día Internacional del Libro.


1º Actividades en el Instituto con mis alumnos que, y no es porque sean MIS alumnos, participaron como ningún otro. Espero poder colgar alguna foto de sus trabajos. Decidimos que eligieran entre varias temáticas: libros preferidos, autores andaluces (Los Machado, F. García Lorca, Alberti, Villaespesa...), Cervantes, Shakespeare y sobre los encuentros que han mantenido con algunos escritores de las lecturas obligatorias. Los más provechosos, como cualquiera puede imaginar, el primero y último han sido los temas más originales.












2º Valente Itinerante. Espero que este acto pueda convertirse en una tradición de nuestra ciudad y que sirva para recordar que contamos con un espacio maravilloso muy, muy, muy olvidado por las instituciones... ejem, ejem ayuntamiento; me refiero a la casa de José Ángel Valente que el autor donó a la ciudad.

martes, 7 de abril de 2009

PERSPECTIVAS DE LA CIUDAD CELESTE

El presente texto, que reproducimos íntegramente, se publicó por vez
primera en el catálogo de la exposición El espacio privado, celebrada entre los meses de octubre y diciembre de 1990, en el Centro Nacional de Exposiciones (Madrid), y cuyo comisario fue Luis Femández Galiano.

José Ángel Valente


A Coral que es de aire
Antonio Flores in memoriam


EL sol caía del otro lado de la Alcazaba. Descendían las nubes como interminables pájaros de fuego más allá de las cuevas de Las Palomas. Todo es puro espacio de la mirada que, en realidad, no existe, sino que resulta una invención de los visibles. Generan éstos la pupila. Se ven en ella. Espejo. No nos ven a nosotros. Somos sus invisibles. Y nada hay en este espacio, sino fuego y líneas de color extremado, la ligereza aérea de las formas que el viento da al animal celeste en este instante inmóvil, súbito, quieto, suspendido de su sola luz. Un pájaro se posa en la quietud total del propio vuelo, como si desde éste contemplara el sacrificio solar tan lento y silencioso. ¿Cómo podríamos emularlo sin garganta, sin pulmón, sin plumaje? Quisiéramos crear una palabra, una sola palabra, que fuese igual a este espacio quieto e infinito donde, sin embargo, el mundo muere y nace al otro lado de su propia imagen. Cataclismo final. Teología de la luz celeste. Hemos seguido el sol desde hace mucho, desde el comienzo de los tiempos, dicen. Lo hemos seguido. Se va más allá, del otro lado de sí, se sume en el costado opuesto de la luz, herido por la lanza. Cáliz, este espacio de fuego, grial de sangre, donde humillo mis fauces. Inexhausto.
¿Cómo pensar o imaginar la azotea sin imaginar o pensar el sótano? Dos espacios extremos de la construcción y, sin embargo, dos espacios tan íntimamente unidos. Una escalera de caracol une en la casa uno y otro punto. En el camino entre ambos se realiza, en verdad, toda la obra alquímica: la ascensión de la cripta a la luz.
¿Cómo ascender si antes no hemos descendido? Sólo por eso, puedo ahora, arriba, en la plenitud celeste, convocar al universo, llamar a los vivos y a los muertos, es decir, apurar mi luminosa copa de sombra.
Azotea es voz que empezó a utilizarse hacia 1400 y tiene origen arábigo. Dice el Diccionario de Autoridades que significa terrado o solana, entendiendo por ella: "Sitio alto en lo último de las casas, descubierto y sin tejado, cuyo suelo está enladrillado o hecho con argamasa fuerte para que las aguas corran. En Andalucía y en otras provincias es muy común en todas las casas".
Aquí, en la última extremidad de la Andalucía Oriental, azotea no es término que goce de abundante uso. Se dice -y se escribe- mucho más terrao para significar exactamente lo mismo: "Sitio descubierto en lo último de las casas". Pudiera ser que terrado viniera también del árabe tarrâha, según Corominas, que sirve para designar lo que está o se echa encima de algo.
La azotea o terrado es aquí algo más que una cubierta visitable. Es un bello espacio, posiblemente entoldado, para estar al atardecer, un espacio habitable más que visitable, espacio para quedarse con un vaso transparente de líquido muy frío o para iniciar, en efecto, esa interminable o imposible conversación sobre un nuevo arte mediterráneo. Espacio exótico para mí, que provengo de otras latitudes, pero que habito con especial intensidad y ahínco. Con especial pasión.
Estos terrados. de la vieja ciudad, que encuadran el remate del patio de luces en la vivienda almeriense tradicional, sirvieron antaño para múltiples usos. Se utilizaban como pajareras para la cría de palomas, según aún se hace ahora, pero también para la simple cría de gallinas y pollos, como abajo el sótano -provisto de pila y aljibe- podía ser espacio ritual de la familiar matanza.
El terrado es un elemento vivo y fuerte, muy fuerte, de la habitación humana en el oriente andaluz. Cierra la casa o la cubre, pero también la descubre o abre hacia lo celeste, como se abre la palma para recibir la soberana luz.
Subamos, pues, a la azotea o terrado para que el visitante, nuestro amigo, vea en el crepúsculo el rápido vuelo cruzado de los vencejos. Desde allí se avizora un paisaje urbano de blancas casas cúbicas y terrados planos, la piedra y la tierra desecada por el sol y por la miseria del cerro de San Cristóbal, la Alcazaba al poniente. La luz, la naturaleza, las techumbres, las viviendas mismas pertenecen a otra geografía, a otra cultura. En el corazón de la ciudad vieja, desde lo alto, nos soñaríamos sin dificultad en algún lugar del Magreb.
El reloj del deplorable Ayuntamiento rompe las posibilidades del encanto. Tiene el reloj una grabación del fandango de Almería, pero el triste artefacto está deteriorado, le faltan notas, destroza metódicamente los oídos. Nadie lo arregla ni lo suprime, que sería, ciertamente, lo más noble.
Lo mutilado, lo defectuoso, lo roto, lo lentamente putrefacto parece parte del vivir cotidiano. Tal vez para que así lo sea siempre, y como para hacer del simple error destino, las gentes de esta ciudad abandonada escogen con tan menguado aviso a sus autoridades públicas o se las dejan imponer. ¿Hasta cuándo?
Y de ese modo se hace aquí el Sur, más que en otro lugar, lento desmoronamiento sin fin, sobre el que se tiende desde lo alto la mirada, húmeda de amor y de melancolía.


* * *


Cuando escribo estas líneas tengo ante mí la silueta de la Alcazaba de Almería en la luz, ya un poco vencida, de la tarde. En los terrados vecinos un grupo de hombres jóvenes regula con silbidos el vuelo de una bandada de palomas con las alas pintadas.
Hace nueve siglos, el padre del místico Ben al Arif, Mohamed Ben Musa, formaba parte de la guarnición de la Alcazaba. En ésta o en sus aledaños debió de nacer el futuro maestro de espirituales, para el que su padre había escogido el oficio de tejedor. Y de algún modo lo fue: tejedor de más sutiles y delicadas tramas.
Según un manuscrito de la Colección Gayangos, que Asín cita, el sobrenombre Ben al Arif se debía a que el padre había ejercido en Tánger, de donde era originario, el oficio de jefe de la vigilancia nocturna. Curiosamente, la palabra arif designa también al contemplativo y, en los oficios relacionados con la arquitectura, al que tiene capacidad de vigilancia y de reconocimiento de las obras públicas, de donde pasó al castellano, con más humildes sentidos, la palabra alarife.
"La ciudad de Almería era en aquella época -escribe Asín Palacios- el principal foco del sufismo esotérico de Alandalus [ ...]. Al comenzar el siglo VI de la hégira, en plena dominación almorávide, Almería vino a ser la metrópoli espiritual de todos los sufíes españoles."
La formación de ese clima espiritual había empezado mucho antes, cuando en los últimos tiempos del califato los místicos cordobeses de la escuela de Ben Masarra buscaron refugio aquí -como lo había buscado Ben Hazm, el famoso autor de El collar de la paloma- y establecieron una comunidad religiosa en Pechina, ciudad que fue, en rigor, el primer núcleo de cultura de la región almeriense en esa época. Las comunidades de Pechina representan, sin duda, el punto original de enlace con cuanto iba a vincular más tarde la espiritualidad de Ben al-Arif con la mística de los masarríes.
Pero ya antes de Ben al-Arif había recorrido las tierras de Almería un místico de intensa proyección popular, Mohamed Ben Isa de Elvira, que predicaba por calles y plazas la unión del alma con Dios.
Tierras éstas, ya entonces recónditas y extremas, de monjes y de místicos. Nada tiene, pues, de extraño que quien acaso fue el mayor teólogo místico del mundo islámico, lbn' Arabí de Murcia, lector privilegiado del Mahasin al Mayalis, relacionado por la amistad y el mutuo reconocimiento con Abu Abd Allah al-Gazzal, que fue el principal de los discípulos de Ben al-Arif, escribiera en la ciudad de Almería, durante el mes de ramadán del año 1198, en el breve lapso de once días y bajo el flujo ininterrumpido de la iluminación divina, su libro Mawaqui al Nochum o Guía del novicio, que puede pasar con él, sin ayuda de maestros de espíritu, desde la práctica externa regida por la luz de las estrellas hasta la secreta luz lunar que sólo alumbra al místico en los estadios superiores de su experiencia.
El propio lbn' Arabí recuerda en el Fotuhat que, según testimonio de Al-Gazzal, había entre los discípulos que acudían a las clases del maestro Ben al-Arif un hombre particularmente secreto y silencioso. Tanto, que inspiraba temor reverencial. Intrigado Al-Gazzal, lo siguió, al término de una lección, por las callejas nocturnas de la ciudad y pudo ver con sus ojos cómo un ángel descendía del aire y le daba un pan por alimento.
Entre la Alcazaba y la azotea donde escribo vuela en amplios círculos una bandada de palomas con las alas pintadas. La luz se reduce hacia el poniente. Tales hombres habitaron este mismo lugar. Acaso, de algún modo, lo habitan todavía. O acaso, digo, nosotros escribimos aún sobre sus respiraciones sumergidas, sobre las tenues, no visibles membranas de su espíritu, sobre la latitud de su resurrección.

sábado, 4 de abril de 2009

Almería


Winds have no moving emblems here, but scour
A vacant darkness, an untempered light;
No branches bend, never a tortured flower
Shuders, root-weary, on the verge of flight;
Winged future, withered past, no seeds nor leaves
Free though a naked land, whose breast receives
All the fierce ardour of a naked sun.
You have the light for lover. Fortunate Earth!
Conceive the fruti of his divine desire.
But the dry dust is all she brings to birth,
That child of clay by even celestial fire.
Then come, soft rain and tender clouds, abate
This shining love that has the force of hate.


ALDOUS HUXLEY